DIGNIDAD
Abrí los ojos y ya experimenté en mi cuerpo la sensación de exposición. La amenaza de que mi vida corría peligro, un peligro que me anunciaban sin tregua Vi mi cuerpo inerte tendido en la calle por una bomba. Me vi desnutrido y pidiendo limosna en el barrio de Salamanca por no tener para comer Ante la atenta mirada de alguien que me miraba desde lo más alto. Mientras una voz grave sonaba por alguna radio que decía “ante la gravedad de la situación económica se tomaran medidas para favorecer a los más vulnerables” Una hoja de papel mojado llega hasta mi con el titular UNA REFORMA FISCAL NO ES POSIBLE. Y observo como mi compañero de mendicidad, tiene menos monedas que yo en la lata de las limosnas. EL ES MORO… Me levanto de la acera sombría, reparto mis monedas con mi compañero y observo como en la acera de enfrente luce el sol En algún lugar será primavera.