ADIOS A MI ETAPA LABORAL
Mucho autobús, mucho metro, muchos libros leídos en el transporte público. Muchos nervios al comenzar en un lugar nuevo, muchas batallas perdidas y algunas ganadas, pero todas, todas peleadas. Mucha frustración oculta y alguna que otra satisfacción al mirar a mi lado y encontrarme con rostros amigos que persiguen lo mismo. Reafirmación de que tras de mí solo está mi espalda. Muchos momentos alegres con risas en ocasiones para sobrellevar el cansancio y muchas lágrimas contenidas al dejar a mi pequeño cuando estaba enfermo, pero siempre con la seguridad de que estaba bien cuidado y en buenas manos, benditas manos a las que estaré eternamente agradecida. Pero siempre convencida de que la educación y el disfrute de mi hijo no dependía del tiempo invertido sino de la calidad del mismo. Hoy pongo fin a mi vida laboral después de 47 años en no pocas empresas de distinta actividad donde siempre he cumplido con dignidad. Muchos contratos y muchos despidos, unos por falta de activ