LA FE NO ES GRATIS

Es una noticia que llevo viendo durante varios días, “La Comunidad de Madrid pagará Un millón de Euros por la contratación de 73 capellanes para asistencia religiosa en los Hospitales de la región a jornada completa”.

Esto supone que hay 1 capellán para cada 100 enfermos y que cobrarán 15.000 euros anuales lo que viene siendo 1.200 euros al mes…

A la vez hoy me encuentro una oferta de trabajo de una empresa de hostelería que ofrece por 10 horas de trabajo 850 euros ( el salario mínimo interprofesional)

Cuando estamos padeciendo una situación sanitaria y económica de las más grande que hemos podido tener, la Santa Madre Iglesia Católica va a ingresar un millón de euros de todos los madrileños, un dinero que pagamos los creyentes y no creyentes.

Pero lo más sangrante es  ver como de nuevo se pone precio a la Fe, soy creyente pero tengo muy claro que mi Fe no tiene precio, no me imagino a Jesucristo cobrando por atender a los leprosos o haciendo una colecta por uno de sus sermones…

Me indigna sobremanera que haya precariedad en los trabajos, “colas del hambre” y necesidad sanitaria (que son los que cuidan de nuestra salud) y sin embargo aquellos que deberían estar ahí junto al que necesitan el cuidado del alma se crean contra toda lógica superior al resto y se embolsen un dinero que debería utilizarse en otras muchas necesidades que hacen falta para recursos humanos.

La Iglesia Católica ya percibe un dinero del Estado ( que aun no entiendo porque) además de una parte que el que quiera podemos donar en nuestra declaración de la renta, es por eso que pienso que concretamente esta labor de los capellanes en los Hospitales debería de ser altruista, desinteresada y en consecuencia GRATIS.

La separación del Estado e Iglesia  años ya que debería de haber tenido lugar, pero esto es otro tema no menos interesante.

Pero aquí tenemos a la Presidenta de la Comunidad de Madrid, la señora Ayuso que ante la ineptitud de saber gobernar una honorable Comunidad como Madrid se dedica a regalar dinero a la Iglesia, a la tauromaquia y por si fuese poco se dedica hacer un hospital para epidemias mientras descuida las medidas  sanitarias y laborales de los ciudadanos madrileños que a costa de nuestro sudor , precariedad y hambre  hacemos que la desigualdad social sea más grande haciendo más ricos a los ricos y más pobres a los pobres.

Hoy, asomada a la grieta he visto que la Fe tiene precio y que quien nos gobierna nos avoca a la miseria.