UN REY CON SOBERBIA EN UN PAÍS INCOHERENTE.
Dicen que a Juan Carlos I le
costó renunciar a su condición de Rey, quizás por eso lo de “Rey emérito” que le costó pedir perdón y por eso lo de “lo
siento mucho no volverá a pasar” y pasó de nuevo.
Dicen que desde que se ha visto
inmerso en el último escándalo se ha resistido a tomar cualquier medida que
pueda hacer peligrar su nombre y sus bienes materiales así como su condición de
“Rey”, que no quería abandonar Zarzuela y por eso aún los españoles no sepamos de su
paradero oficialmente, pero es más como recochineo y soberbia los últimos datos
que se conocen de él le ubiquen en Emiratos Árabes como diciéndonos a todos los
españoles “no queréis caldo, pues tres tazas”
Cuentan que su forma de actuar al
margen de la Ley lo encontraba lo más normal del mundo porque él era el Rey de
España y como tal se seria y se siente superior al resto de ciudadanos.
Dicen que todos aquellos que le
rodeaban incluidos los Presidentes de los dos partidos que han gobernado
España; Partido Socialista y Partido Popular, eran conscientes de los tejes
manejes que hacia guardando un riguroso silencio incluido una prensa censurada
y a la que se le daba unas fotos en verano y algunas imágenes de actos
oficiales incluyendo el famoso discurso navideño.
Se podría decir que los únicos
engañados en este espectáculo tan lamentable han sido los españoles aunque algunos podría advertir tal engaño por eso de
la desconfianza hacia aquellos que representan algún tipo de poder. Pero lo
cierto es que si hoy estamos en boca de todo el mundo en los últimos días es
por una COVID 19 que no deja de crecer y por un Rey que no se sabe si está de
vacaciones, exiliado o huido con destino desconocido por creer que no tiene por
qué dar explicaciones dado que se trata de “su vida privada” y es él; Juan
Carlos, el que tiene que hacernos partícipes de su paradero si lo considera
oportuno.
Una España en la que se cuestiona
la inviolabilidad de Juan Carlos cuando todos sabemos que esta condición está
avalada por la Constitución del 78. Una España en la que un Partido político se
puede declarar Republicano y apoyar a la Monarquía Constitucional que tenemos.
Una España que presume del articulo 14 donde dice que “todos los españoles
somos iguales ante la Ley “cuando eso es pura ficción. Una España que reniega
de los inmigrantes “porque se benefician de las ayudas y nos quitan el trabajo”
Pero cuando políticos y Corona nos roban delante de nuestras narices y se les
sigue votando y disculpando.
Hoy asomada a la grieta veo a una
España incoherente, pasiva, conformista y engañada que llora su desgracia.
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